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Buscando a Banksy

Proyecto:Buscando a Banksy

Ubicación: Proyecto itinerante

Año: 2024

Cliente: Proyecto académico desarrollado en el marco del Máster en Gestión Cultural e Industrias Creativas – Universidad de Alcalá

Tipología: Experiencia cultural / Intervención urbana efímera

Superficie intervenida: Variable según ciudad y recorrido (formato adaptable)

Estado del encargo: Proyecto piloto

Diseño y desarrollo del proyecto: Carolina Opazo (Estudio Vista) + Esteban Azofeifa (Acento)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Encargo

El proyecto Buscando a Banksy se enmarca en la asignatura "El nuevo escenario audiovisual multiplataforma" del Máster en Gestión Cultural e Industrias Creativas de la Universidad de Alcalá. El ejercicio proponía desarrollar una experiencia narrativa transmedia que dialogara con las lógicas contemporáneas de convergencia mediática, interacción participativa y creatividad colectiva.

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El encargo implicaba asumir el rol de creadoras transmedia para idear un proyecto original, con potencial de implementación real, que articulara contenidos a través de diversas plataformas y formatos. La propuesta debía contemplar tanto el diseño narrativo como la estrategia de difusión, la construcción del mundo ficcional y la interacción con la audiencia.

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Desde esta base, Buscando a Banksy se desarrolló como una experiencia cultural efímera orientada a activar el espacio público a través de una narrativa especulativa, construida a partir de pistas visuales, dispositivos urbanos y relatos fragmentados. El proyecto explora la ciudad como superficie narrativa y espacio de juego, donde el arte urbano funciona como detonante de participación, mirada crítica y apropiación simbólica del territorio.

Concepto

Buscando a Banksy se construye como una experiencia cultural transmedia que combina arte urbano, narrativa especulativa y activación territorial. El proyecto toma como punto de partida la figura mítica de Banksy no como autor, sino como concepto: una presencia invisible que encarna anonimato, crítica social y apropiación del espacio público.

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Desde esta idea, se propone una narrativa abierta y fragmentada que se despliega en la ciudad a través de intervenciones efímeras, pistas visuales y elementos simbólicos. Cada aparición funciona como una huella de un relato en expansión que invita a quien transita a reconstruir la historia desde la experiencia directa.

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La propuesta articula distintos lenguajes —arte urbano, señalética, código QR, redes sociales, cartografía— para crear una ficción compartida que activa la mirada, el juego y la imaginación. Se disuelven así los límites entre espectador y creador, entre espacio físico y entorno digital, entre realidad y ficción.

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Más que una búsqueda literal, el proyecto propone una forma de mirar y habitar la ciudad desde la sospecha, la curiosidad y el deseo de interpretación. En ese sentido, Buscando a Banksy opera como dispositivo crítico y poético: una invitación a detenerse, leer el entorno y participar en una narrativa que no se entrega cerrada, sino que se co-construye desde la deriva

Desarrollo proyecto

​El desarrollo de Buscando a Banksy se planteó como un sistema narrativo distribuido que convierte el territorio en una superficie ficcionalizable. Desde el diseño conceptual, se definió una arquitectura de experiencia compuesta por seis formatos narrativos —intervenciones urbanas, miniserie interactiva, escape rooms, realidad aumentada, podcast y documental-ficción— que actúan como nodos interconectados dentro de un ecosistema transmedia.

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La propuesta parte de una premisa narrativa: Banksy ha desaparecido, y sus obras han cobrado vida para buscarlo. Cada noche, a las 23:59, sus murales se desprenden de los muros y recorren las ciudades del mundo. Este relato se despliega territorialmente a través de dispositivos de mediación cultural situados, adaptados a la historia, conflicto y atmósfera de cada ciudad elegida.

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En su versión inicial, el proyecto contempla cinco ciudades con obra original de Banksy:

  • Londres: Infiltración y anonimato

  • París: Catacumbas y crítica social

  • Nueva York: Códigos y poder

  • Venecia: Decadencia y opulencia

  • Belén: Conflicto y resistencia

Cada territorio se convierte en una pieza narrativa autónoma, pero interconectada dentro del universo expandido. El diseño de los formatos se adapta al contexto urbano, social y simbólico de cada lugar, operando desde una lógica de site-specific curatorial.

 

Estructura metodológica:

  1. Cartografía narrativa y análisis territorial:
    Se seleccionan emplazamientos urbanos con alto valor simbólico y densidad estética. A partir de ahí, se diseña una secuencia de aparición de las piezas, articulando capas de sentido a través de lo visual, lo sonoro, lo arquitectónico y lo digital.

  2. Dispositivos efímeros e infraestructura móvil:
    Los escape rooms —pensados como unidades narrativas inmersivas— se desarrollan en contenedores marítimos reutilizados, con alimentación solar y bajo impacto ambiental. Esta arquitectura nómada permite una instalación ágil y replicable, incorporando principios de sostenibilidad y autonomía técnica.

  3. Lógica transmedia y ecosistema digital:
    Cada intervención física está acompañada de códigos QR, plataformas audiovisuales o apps de realidad aumentada que permiten ampliar el relato, acceder a pistas ocultas, reconstruir la trama o incluso modificarla. El diseño digital se alinea con una estética encriptada, clandestina y accesible a múltiples niveles de profundidad.

  4. Participación ciudadana y experiencia expandida:
    El proyecto habilita una interacción distribuida, donde los usuarios no solo recorren sino que interpretan, comparten e intervienen el relato. Se despliega una estrategia de gamificación y narrativa colectiva que convierte la búsqueda en una práctica artística, lúdica y crítica.

  5. Producción del piloto y biblia del proyecto:
    Durante el proceso académico se elaboró un dossier técnico que incluye: guion expandido, matriz de formatos, diseño de interacción, storyboard, cronograma de implementación, presupuesto estimado y estrategia de mediación cultural para su futura producción real.

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Reflexión final

Buscando a Banksy es una experiencia que se despliega desde la desaparición. Una narrativa construida sobre rastros, presencias insinuadas y signos mínimos que invitan a leer la ciudad como si fuera un texto por descifrar.

El proyecto no replica la obra de Banksy, sino que se activa a partir de su vacío. Utiliza su figura como detonante para imaginar una red de intervenciones que cruzan arte, territorio y ficción. Una búsqueda que no se resuelve, pero que transforma la manera en que nos desplazamos, observamos y nos relacionamos con el espacio urbano.

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Cada ciudad propone un relato singular. Cada formato, una entrada distinta a la misma pregunta. Las piezas no explican, sugieren. No ocupan el centro, se deslizan por los bordes.

La experiencia no se entrega como un todo. Se fragmenta, se expande, se reconstruye en el trayecto. En el cruce entre lo físico y lo digital, entre la intuición y el juego, lo que se activa no es solo una historia, sino una forma de estar en el mundo: más atenta, más abierta, más dispuesta a leer lo que suele pasar desapercibido.

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Buscando a Banksy plantea una forma de mediación que no se impone, sino que se inscribe. Que no interpreta el territorio, lo activa. Una propuesta que abre posibilidades sin cerrarlas. Una experiencia situada, expandida y en movimiento.

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